domingo, febrero 23, 2003

Paris. Un mes y dos dias despues del arribo

El pompidou esta que no te la acabas. Son cuatro pisos de puro agasajo visual. Bueno, como en toda seleccion hay muchas cosas que te hacen preguntar que carajos estaba pensando el curador. Pero vale cada uno de los 120 pesos que te hacen pagar, aunque solo tengas derecho a los tres ultimos pisos y al hall.
La libreria del museo es una tortura que no termina nunca hasta que sales, de los libros de pintura pasa a los de cine, de ahi a los de disenios de interiores hata llegar a los de disenio grafico. No imaginas el dolor al ver mis bolsillos vacios y el puto espacio aquel atiborrado de libros, posters, revistas, mas libros.
Pasear por las calles cercanas a la Bastilla es otro puto dolor de huevos. Las mejores tiendas de decoracion, los muebles mas chingones estan ahi esperando que desembolses diez mil euros para que los puedas llevar a casa. Y entre tanto mueble de disenio algunos cafes con ese house que tanta fama le ha dado a la francia de Daft Punk y Air, por decir algo.
Mas barato, al menos en apariencia son las cercanias a Saint Germain des Pres, donde puedes toparte con un grupo de blanquitos tocando dixie en la esquina mientras al cruzar la calle una calcomania tamanio poster de Ubey Giant decora una pared. La chela te cuesta lo menos dos euros y hay unos cafecitos de jazz y acid jazz como para irse de espaldas.
Paris si es la neta. Cara como su chingada madre de estos franceses que esgrimen el liberte, igualite et fraternite pero tienen sus calles atascadas de policias que en grupos de no menos de tres te miran pasar como sospechoso aunque no lo seas (igualito que en Mexico].
Los vagones del metro son igualitos que los vagones en Mexico, solo cambian las costumbres aunque no los colores. Los hindues son del mismo color de piel que los tepitenios y los nigerianos podrian pasar por oaxauquenios de no ser por el tamanio.
Con todo se disfruta de la ciudad lux, eso que ni que.

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