miércoles, enero 31, 2007

A unos meses de sus primero diez años... quien lo hubiera dicho

"1 de abril de 1997 Dave Winer publicó la primera entrada de Scripting News, el weblog más antiguo, que sigue funcionando en la actualidad. El 17 de diciembre de aquel año Jorn Barger acuñó el término weblog para designar su propio sitio, Robot Wisdom, en el que recoge, con un breve comentario, los enlaces interesantes que descubre mientras navega. Hoy existen más de 62 millones de estos sitios personales, autogestionados por sus autores, y se crean 175.000 nuevos cada día. Nunca un medio de comunicación había crecido a esta velocidad. La blogosfera, el espacio de los weblogs en la Red, desde que se mide a partir de 2003 viene desarrollándose a un ritmo tal que se duplica cada seis meses".

Pica acá para el resto del reportaje que firma José Luis Orihuela para El País.

domingo, enero 28, 2007

Machetazo a caballo de espadas

El viernes por la madrugada falleció el papa de un amigo... pero al final, al final, después de todo lo que ello implica, la frase, cinica, del último post se mantiene (espero que no haya más complicaciones).

martes, enero 23, 2007

En el chat.

AME:
estoy triste, acaba de morir mi autor favorito
AME:
Kapuscinski
yo:
Si bueno, eso pasa con la gente, siempre terminan haciendo lo mismo

lunes, enero 22, 2007

Primero fueron las balandronadas. Las declaraciones fuertes. El asegurar que se irían con todo. Que la estructura de la delegación estatal Central de Trabajadores de México (CTM) pelearía con uñas y dientes para restituir los derechos labores de las trabajadoras (es) de Tezuitlán que denunciaron violaciones laborales.

Y aunque hasta manifestación hicieron y llevo a las calles a 500 trabajadores (as) en aquel municipio, todo terminó en mero maullido de gato lastimero. Ayer, (lunes 22) Leobardo Soto, líder de la organización, tuvo que recular. Aceptar que lo sentaran junto con los empresaurios y cancintros de aquella región para que el profe, Charles Mtanous, presidente estatal de ese organismo, lo pusiera delante de los reporteros para que pidiera disculpas, para que dijera que no es cierto, o bueno, que si pero ya todo está solucionado, y que todo quedó en un “usté disculpe, pero se me chispoteó”.

Y mientras las trabajadoras (es) que denunciaron ya están siendo liquidadas, eso sí, todo conforme a la ley y el derecho, apuntó muy propio y en su papel José Antonio López Malo, secretario del Trabajo y Competitividad, el tercer convidado en el numerito de Leobardo Soto.

domingo, enero 21, 2007

Imagina la escena. Siento la cara sucia, o por lo menos con las huellas de anoche colgadas de las ojeras y los ojos enrojecidos, de hecho me parece sentir, en cada parpadeo, que una chinguiña, de esas duras y costrosas, se instaló en uno de mis ojos, y así lo miro, y hago como que lo escucho y asiento con la cabeza, pero nada. No consigo hacerlo, sus ideas, si es que la hay en esa verborrea incontinente, se me escapan. Tengo encima toda la noche y varias horas de la madrugada, muchos martinis de manzana y algunas cosas más

Él habla de algo, de conciencia ciudadana, de tomar el poder en las manos de los habitantes y exigir al gobierno --cualquier cosa que eso signifique-- el cambio, o al menos eso creo; pero si no es así, si eso que dice nada tiene que ver con salir a las calles y manifestarse por el incremento en los precios de las cosas, o acusar de espurio a la administración del panista chaparrito y de lentes que se montó en el ejercito para que le hagan caso, si nada de eso ha dicho, seguro lo dirá más adelante, o por lo menos lo está pensando.

Yo sigo ahí, grabadora en mano, poniendo cara de interesado mientras me pregunto: “¿qué dijo? ¿de qué diablos está hablando? ¿Cuál era la pregunta que le iba a hacer?. Qué bueno que el sujeto es uno de esos de los que ponerle la grabadora o un micrófono enfrente es sinónimo de palabrería y que bueno que tengo un día para procesar la información, lo único que quiero es una taza de algo caliente, café o lo que sea y que después me dejen dormir y dormir, por horas.

martes, enero 16, 2007

Encontrado y recuperado gracias a las prótesis que le hemos construido a la memoria. Escrito o más bien balbuceado sin mayor razón que el jugar con las ideas ajenas en algo que tendría que llamarse algo así como: Una noche con demasiado Baudrillard y muy pocas horas de sueño, pero que por fortuna no se llama de ninguna manera. Y parte, si mal no recuerdo de esto:

"Resulta hoy interesante seguir la mutación del cuerpo sexuado, entregado hoy en día a una especie de destino artificial. Y este destino artificial es la transexualidad. Destino artificial no el sentido de una desviación del orden natural, sino por que es producto de una mutación en el orden simbólico de la diferencia de sexos. Y transexual no (sólo) en sentido general de trasvestido, de juego sobre la conmutación de los signos del sexo y, por oposición al juego anterior de la diferencia sexual, de juego de la indiferencia sexual.
"En un doble sentido: lo transexual es a la vez juego de la indiferenciación (de los polos sexuales) y una forma de indiferencia al goce, al sexo como goce. Lo sexual reposa sobre el goce (es el leitmotiv de la liberación sexual), lo transexual reposa sobre el artificio, ya sea el artificio anatómico de cambiar de cambiar de sexo o el juego de los signos indumentarios, morfológicos o gestuales característicos de los travestis. En todos los casos, intervención quirúrgica o intervención semiúrgica, signo u órgano, se trata de prótesis, y hoy en día, cuando el destino del cuerpo es convertirse en prótesis, resulta lógico que el modelo de la sexualidad sea la transexualidad y que está se convierta en todas partes en el espacio de la seducción.
"Todos somos transexuales, así como todos somos mutantes biológicos en potencia, también somos transexuales en potencia. Y ni siquiera es una cuestión de biología. Todos somos simbólicamente transexuales".


Así, el francés ofrece, en su vasta bibliografia, claves para entender los signos de la sociedad actual. En su estilo, demasiado erudito a veces y con un uso pedante del lenguaje en otras, Baudrillard asegura que todos somos transexuales.

¿No, dice usted? ¿Yo soy bien machín? No es cierto, la verdad es que sí, vivimos bajo la transexualidad del signo, de un signo que nos hace pasar del género a sujetos asexuando los caracteres que nos distinguen —modelos asexuados y anoréxicos, lociones, ropa y hasta identidades en la red que presumen de androginía y una sexualidad sin fronteras— a unos de otros, la alteridad se diluye y la dialéctica se rompe.

En Microsiervos, novela de Douglas Couplan, el canadiense que le puso rostro (sic) a la generación X hay una relación de amor entre greeks —nerd’s computarizados— en donde la identidad sexual es prescindible hasta el momento de transferir la relación al espacio físico. Sí, Baudrillard no está equivocado, la transexualidad es signo inequívoco de nuestros tiempos. La transformación del ser humano en menos de 150 años, con y gracias a la aparición de los mass media, en donde el acercamiento entre nosotros nos anula como entidades individuales para transformarnos en un ente social que ha perdido su capacidad transformadora al mediatizar y globalizarlo todo.

Ante la ausencia de contacto físico y de alteridades que presenten la otredad, de la inminencia de la clonación y la perdida de la diferencia genérica la reproducción sexual se atrofia. Dejemos en otros nuestra capacidad de reproducción y con ello de perpetuación de la especie. Somos un ente social en franca decadencia.

domingo, enero 14, 2007

Robado a Roberto Bolaño, al que honestamente no creo que le importe demasiado, al menos ya no...

"A veces me acuerdo de Laura Damián. No mucho, unas cuatro o cinco veces por día. Unas ocho o dieciséis veces si no consigo dormir, lo cual es lógico pues un día de veinticuatro horas da para muchos recuerdos. Pero normalmente sólo me acuerdo de ella cuatro o cinco veces y cada recuerdo, cada cápsula de recuerdo tiene una duración aproximada de dos minutos, aunque no lo puedo decir con certeza, porque hace poco me robaron el reloj y cronometrar a ojo es riesgoso".

Los detectives salvajes, Pp 215